10.5.12

acá es cuando sentís que llegaste hasta el fin del mundo, de todo, y no hay más, no tenés nada más que ver, no hay más que oler, qué sentir, por qué reír, por qué seguirte mirando a la cara, por qué seguir amando si todo alrededor está lleno de impotencia, de no ganas de nada, de no.
Y por más que sigan existiendo esos momentos que valen la pena, que son chiquitos pero te animan a seguir caminando un día más, ya no hay nada más que ver, ya está, ya sentí que lo pasé todo, no importa cuán minúscula sea mi existencia entre el mundo, o cuántos pocos años haya vivido hasta ahora, ya está, no importa nada más.